En esta sección se proporcionan respuestas a algunas de las preguntas que con mayor frecuencia se plantean los pacientes.
Las radiaciones ionizante son una forma de energía que actúa separando electrones de átomos y moléculas de materiales que incluyen aire, agua y tejido vivo. Al desprenderse los electrones se generan átomos o moléculas cargados eléctricamente (iones), de ahí el término “radiación ionizante».
La radiación ionizante puede viajar sin ser vista y atravesar estos materiales. Se trata de radiaciones de alta energía que se sitúan en el lado derecho del espectro electromagnético (figura de abajo).
Los rayos X son un ejemplo de radiación ionizante. Pueden penetrar nuestro cuerpo y proporcionar imágenes del interior del mismo. La frecuencia alta (cercanía entre las ondas) de los rayos X está relacionada con su energía y por tanto con sus potenciales efectos adversos y se sitúa entre los rayos ultravioleta y los rayos gamma. La actividad ionizante puede alterar las moléculas dentro de las células de nuestro cuerpo. Esa acción puede causar un daño potencial. Las exposiciones intensas a la radiación ionizante pueden producir daños en la piel o los tejidos. Ver efectos de los rayos X.
Cuando se usan en medicina, al atravesar el cuerpo humano e impactar sobre un panel de detectores, se transforma la energía recibida en imágenes mediante sistemas de computación y de esta forma se puede estudiar el interior del cuerpo humano sin necesidad de realizar procedimientos invasivos.
Además de este efecto deseado, la radiación puede producir efectos dañinos. Existen posibles riesgos a corto y largo plazo debido a las dosis muy bajas de radiación que se emplean en los procedimientos de diagnóstico por imagen. La radiación ionizante puede dañar el ADN celular, pero en las bajas cantidades utilizadas en cada procedimiento de imagen, las células normalmente pueden repararse a sí mismas. Cuando las células reciben demasiada radiación con el tiempo, este daño puede provocar cáncer. Aunque todos estamos expuestos a la radiación ionizante del ambiente a diario, cualquier exposición adicional, incluso las exploraciones radiológicas con rayos X, aumentan ligeramente el riesgo de desarrollar cáncer más adelante en la vida. Los efectos pueden agruparse en 2 categorías: estocásticos y determinísticos.
La dosis de radiación depende de varios factores como del tipo de radiación, de la intensidad, del tiempo de exposición y de qué es lo que queremos medir. Dependiendo de qué queremos medir emplearemos diferentes magnitudes que son básicamente la dosis absorbida, la dosis equivalente y la dosis efectiva.
La dosis absorbida es la energía absorbida por unidad de masa en un determinado punto y se mide en Julio/Kg al que denominamos gray (Gy). En ocasiones hablamos de dosis a un órgano que se refiere al cociente entre la energía total absorbida por un órgano y la masa total de dicho órgano.
La dosis equivalente es la dosis absorbida corregida por un factor de ponderación que depende del tipo de radiación. Para los rayos X este factor es 1, de forma que dosis absorbida y dosis equivalentes tienen el mismo valor numérico, aunque se expresan en unidades diferentes. La unidad de dosis equivalente es el sievert (Sv).
La dosis efectiva tiene relación con la probabilidad de que suceda un efecto estocástico como el cáncer, estimando la radiación en todo el cuerpo. Se obtiene por la suma del producto de las dosis equivalentes en cada órgano o tejido multiplicada por un factor que depende de la sensibilidad a la radiación de cada uno de los órganos o tejidos. Su unidad de medida es también el sievert (Sv).
Expresado de otra forma, la dosis absorbida refleja la concentración de energía recibida en un tejido, la dosis equivalente tiene en cuenta la capacidad de daño del tipo de radiación recibida y la dosis efectiva considera la energía recibida en todos los órganos, la capacidad de daño del tipo de radiación y la sensibilidad de cada tejido a ser dañado por esa radiación. De su definición se infiere que si la radiación la reciben órganos más sensibles a la misma, la dosis efectiva será mayor. La dosis efectiva le permite a su médico evaluar su riesgo y compararlo con fuentes de exposición comunes, de cada día, tales como la radiación natural de fondo.
Es la provocada por la radiación cósmica y por los radionucleidos presentes de forma natural en la corteza terrestre y en la atmósfera. Todos los seres vivos estamos sometidos a ésta. Con frecuencia para que los pacientes y médicos puedan visibilizar la cantidad de radiación que recibe un paciente con una prueba radiológica determinada, ésta se expresa en relación con el tiempo de radiación natural de fondo equivalente. Como ejemplo, en niños una radiografía de tórax equivale a un día de radiación natural de fondo (RNF), un TAC de cabeza equivale hasta 8 meses de RNF y un TAC de abdomen hasta 20 meses de RNF.
Otra forma de representar una dosis típica de radiación es mostrando su equivalencia con la dosis efectiva de una radiografía de tórax. Como ejemplo en adultos, la dosis efectiva media de un TAC de abdomen equivale a más de 500 radiografías de tórax.
Cuando se evalúa el riesgo de padecer un cáncer inducido por una prueba con rayos X debe tomarse como base el riesgo estadístico de desarrollar cáncer de toda la población. Se estima que el riesgo general de muerte por cáncer a lo largo de la vida de una persona es del 20 al 25 %. Si utilizamos como referencia el aumento estimado del riesgo de cáncer a lo largo de la vida de una persona a partir de una sola tomografía computarizada (TAC) se ha estimado que el aumento del riesgo es del orden de 0,03-0,05%.
Estas estimaciones se refieren a la población en su conjunto y no hacen referencia al riesgo para un paciente concreto. Esta información muestra que el riesgo de desarrollar cáncer asociado a una sola TAC es muy pequeño. Sin embargo, las exploraciones recibidas a lo largo de la vida pueden ser múltiples y debe mantenerse el criterio de no emplear radiación ionizante si su uso no está justificado.
Cuando su médico le prescribe una exploración siempre se persigue que los beneficios de su diagnóstico superen ampliamente los riesgos del empleo de la radiación.
Estos procedimientos sólo administran radiación al área que necesita imágenes, protegiendo todas las demás partes del cuerpo, fundamentalmente mediante sistemas de colimación que incorporan los equipos. En niños y en determinadas situaciones se pueden emplear protectores externos plomados o de bismuto.
Se emplea la menor cantidad de radiación necesaria para crear una imagen de buena calidad, denominada «tan baja como sea razonablemente posible» con su acrónimo en inglés ALARA (as low as reasonably achievable).
Los equipos actuales han mejorado considerablemente la capacidad de obtener imágenes con menos radiación al mejorar los rendimientos de los mismos y al disminuir la repetición en el caso de las radiografías por emplear técnicas digitales con postprocesado de imágenes.
Usted puede de forma activa ayudar a reducir su exposición a la radiación indicándole a su médico si se le ha realizado un estudio reciente que pudiera proporcionar la información necesaria. Su médico le informará si en su caso concreto puede realizarse otro estudio de imagen que no utilice radiaciones ionizantes.
Se realiza mantenimiento de los equipos de rayos X por personal cualificado y es revisado periódicamente por el servicio de radioprotección.
En las radiografías de cabeza, tórax y extremidades, el área de interés se encuentra alejada de la pelvis, que no recibe directamente la incidencia del haz de radiación. Es por ello que en estas pruebas la dosis que puede recibir el feto será muy baja.
Las dosis de radiación recibidas con las exploraciones de TAC son muy superiores a las generadas con las radiografías, siendo más exigente la relación beneficio/riesgo, pero si clínicamente está justificado, se puede realizar la prueba tomando medidas adecuadas.
Si su médico le solicita un estudio con TAC o radiografías, no olvide indicarle si cree que puede estar embarazada. Avise de igual forma en el servicio de radiología antes de realizarse la exploración.
De forma resumida… ¿Cuáles son los pilares principales de la protección radiológica?
Los estudios radiológicos y dentro de éstos aquellos que emplean radiaciones ionizantes, son uno de los elementos básicos en los que se fundamentan muchos de los diagnósticos de enfermedades y sirven también para controlar éstas una vez diagnosticadas. Han contribuido de forma importante a la mejora en los pronósticos de las enfermedades y a acelerar las recuperaciones pero su uso, al igual que la administración de medicamentos o cualquier otro tratamiento debe estar sometido a varias condiciones.
Enlaces recomendados
- Seguridad de la radiación: la página web de ACR proporciona recomendaciones y recursos, incluidos los parámetros de práctica y estándares técnicos actuales de ACR, diseñados para ayudar a proporcionar imágenes y terapias efectivas mientras se minimiza el riesgo potencial durante la exposición a la radiación ionizante. https://www.acr.org/Clinical-Resources/Radiology-Safety/Radiation-Safety
- RadiologyInfo.org: este sitio web de información pública, desarrollado y financiado por la RSNA y la ACR, se estableció para informar y educar al público sobre los procedimientos radiológicos. https://www.radiologyinfo.org/en/patient-safety
- Image Gently®: Image Gently Alliance es una coalición de organizaciones de atención de la salud dedicadas a proporcionar imágenes pediátricas seguras y de alta calidad en todo el mundo. La alianza desarrolló este sitio web para crear conciencia en la comunidad de imágenes sobre la necesidad de ajustar la dosis de radiación cuando se toman imágenes de niños. https://www.imagegently.org/
- Respuestas a la radiación: este sitio de la Health Physics Society ofrece información útil tanto para técnicos como para pacientes, incluidas respuestas a preguntas sobre la radiación, sus fuentes, usos, mitos y más. https://www.radiationanswers.org/
- Protección contra la radiación: el sitio web de la Agencia de protección contra la radiación ambiental proporciona información técnica y general sobre la protección contra la radiación. https://www.epa.gov/radiation
- La radiación y su salud: el sitio web de los Centros para el Control de Enfermedades brinda información básica sobre la radiación, sus efectos en la salud y el papel que desempeña la radiación en la vida cotidiana. https://www.cdc.gov/nceh/radiation/
- Protección radiológica de los pacientes: el sitio web de la Agencia Internacional de Energía Atómica proporciona material educativo para profesionales de la salud, pacientes y el público en general sobre el uso seguro y eficaz de la radiación en la medicina, tanto en inglés como en español. https://www.iaea.org/resources/rpop